octubre 2010


RESPUESTA

Me alegro sobremanera que hagas esta pregunta, porque toca una tema que es de mucho interés para el pueblo dominicano, y a su vez un tema que nosotros tenemos el firme propósito de aclarar para que no quepa la menor duda sobre el manejo del erario público durante la Era de Trujillo.

Para empezar, hay algo que la gente desconoce por completo porque no le ha convenido a nadie decirlo. Cuando mi abuelo asume el poder en 1930, ya era un hombre rico. Ahí están todas las pruebas de las cuentas que mi abuelo mantuvo en el Nova Scotia Bank (ahora el Scotiabank) de la República Dominicana. Mi abuelo era un hombre muy acomodado por lo que no tenía ninguna necesidad de incursionar en la política para enriquecerse.

Siempre se ha dicho que mi abuelo era un hombre predestinado y dichoso, y yo comparto enteramente ese criterio. Otra prueba más de esta afirmación está en que el Jefe también se ganó la lotería varios años antes de asumir el poder de la nación. Partiendo de ahí, mi abuelo hiso muy buenos negocios con la compra y venta de tierras. Una de las últimas compras que culminó antes de asumir el poder fue la venta de unas tierras que había comprado en San Cristóbal y que vendió con un excelente margen de beneficio de aproximadamente 40,000 dólares, lo que se podría calificar como una cifra significativa  para la época.

Mas tarde, cuando ejerció como General de Brigada en el gobierno del Presidente Horacio Vázquez, fue encargado de la intendencia de compras de la denominada policía nacional. Es tradicional que este sea un cargo reservado para los agraciados del gobierno, ya que representa un ingreso adicional por parte de las comisiones que reciben de los suplidores favorecidos con las contratas de compra. Por eso también es normal que los que ostentan ese cargo sean rotados con frecuencia. La excepción a esta regla en la época del Jefe fue Juan Tomas Diaz que, siendo muy distinguido por el Jefe, duro 10 años ocupando ese puesto en la intendencia del Ejército Nacional.

Pero en fin, el caso es que cuando el Generalísimo Trujillo asciende al poder en el 1930, no tenía necesidad económica alguna.  Sin embargo, aun después de ocupar la primera magistratura de la nación, mi abuelo continuó creciendo su fortuna con el desarrollo de varias empresas de su peculio personal como lo fue la Haciendo Fundación, que producía aproximadamente 50,000 botellas de leche por día. Esto representaba un cuantioso ingreso para la época y estas sumas se fueron acumulando a través de los años. Esto es sin contar la gran cantidad de leche que les regalaba a los pobres de San Cristóbal y del país todas las semanas, y es un solo ejemplo de su laboriosidad y su gran sentido administrativo y de organización. En el año 1960, Hacienda Fundación le produjo un ingreso de 10 millones de dólares tal y como lo señala el licenciado Ramón Savignon en su libro, “Memorias de la Era de Trujillo”.

Sin embargo, me parece importante destacar que, a pesar de tener mucho dinero propio, nunca sacó un solo centavo de su dinero fuera de la República Dominicana, es decir que nunca tuvo dinero en el extranjero. De hecho, aunque pareciera mentira después de todo lo que hemos visto posterior a su muerte, mi abuelo jamás permitió que ningún miembro de su familia ni funcionario del gobierno sacara dinero del país. Esto lo hiso para fomentar el crecimiento de y la confianza en nuestra economía. Podríamos decir que prueba fehaciente de todo esto es que después de 49 años no han podido producir una sola prueba que demuestre lo contrario, por lo que queda claro que jamás fue cierto. Sin embargo, si podríamos enumerar la larga lista de políticos a los que les han podido señalar y hasta en algunos casos embargar cuentas cuantiosas dentro y fuera de sus respectivos países.  ¿Por qué entonces a ningún Trujillo pudieron confiscarle ni una sola cuenta en el extranjero a pesar de la persecución inverosímil a la familia Trujillo, el peso de la ley de confiscación 5785, y la determinación férrea del Consejo de Estado entre otros gobiernos dominicanos de lograrlo? Simplemente porque mi abuelo nunca tocó un solo centavo del erario público.

Un relato importante que aporta constancia a  estas aseveraciones es que antes de la salida de mi Tío Ramfis del país, el había mandado el Yate Angelita con algunos familiares, y abordo iba el féretro que llevaba los restos de mi abuelo, y 52 cajones que contenían los archivos personales de Jefe. Para la sorpresa de toda la familia, el gobierno dominicano ordenó su regreso luego de varios días de travesía, porque habían alegado que el yate iba cargado con lingotes de oro que la familia se había llevado del Banco de Reservas. Aquellos que esperaban el regreso del yate con ansias pudieron constatar que no existían tales lingotes. Sin embargo, a la segunda salida de estos familiares con el féretro de mi abuelo por avión, las autoridades no permitieron que se llevaran los archivos personales de mi abuelo. Es importante recordar que al momento de la salida de la familia, los que quedaron empezaron una campaña de acoso hacia todos los Trujillos. Siendo este el caso, también queda claro que no encontraron ni un ápice de prueba sobre las alegadas cuentas millonarias del Jefe en estos, sus archivos personales, ni en los archivos de la nación ni en ninguna dependencia del estado. De lo contrario estoy seguro que hubiesen hecho pública esta información para actuar sobre ello ipso facto. Jamás se ha producido evidencia que apoye la versión desvirtuada y calumniosa que le han querido vender al pueblo dominicano. Exhorto públicamente a cualquier persona que tenga pruebas fehacientes que demuestre lo contrario que las presente. Nosotros si tenemos la intención de aclarar de manera incontrovertible este capítulo tan mancillado sobre la vida personal del Jefe.

Sin embargo, estoy seguro que todos los que leen su blog querrán también saber lo que pasó con toda esa enorme fortuna que mi abuelo tenia aquí en la República Dominicana. En ese sentido, te podría decir que mientras gobernó el país, mi abuelo manejaba una gran parte de las industrias nacionales, tenía cuantiosas tierras diseminadas por todo el territorio nacional, y viviendas por montón. El Generalísimo Trujillo se podría considerar un hombre enteramente rico y mucho mas allá de lo que había acumulado antes de ocupar la primera magistratura de nuestra adorada patria. Sin embargo, ninguna parte de los bienes que manejó en vida (fuera de su capital personal), jamás lo consideró propiedad de él ni de su familia.  Siempre mantuvo que el solo era testaferro del pueblo dominicano.

Una anécdota interesante que avala la certeza de estas aseveraciones ocurre durante un viaje oficial que hiciera el Canciller Venezolano del gobierno del General Perez Jiménez, el Sr. Laureano Vallenilla, a la República Dominicana en la que el mismo le hace un planteamiento al Jefe sobre sus alegadas riquezas, a lo que mi abuelo le contesta: “La propiedad en el fondo es una ficción. Lo que hoy es mío será mañana de los dominicanos. No tengo sucesor ni pienso formarlo”.  A su muerte, mi abuelo cumplió con estas afirmaciones.

La intención de mi abuelo en todo momento fue poner al servicio del pueblo dominicano todo cuanto el llegó a manejar en vida a favor del país y de su gente. Para cumplir con este cometido, se creó la Fundación 24 de Octubre, Fundación Trujillo Martínez, donde se traspasaron las propiedades y las acciones que constituían la Azucarera Haina C por A que tenía un valor de cien millones pesos (igual a cien millones de dólares ya que en ese momento el peso estaba a la paridad del dólar norteamericano), y otras tierras y  pertenencias de mi abuelo como lo era también Hacienda Fundación entre muchas otras más.  También debo aclarar que todo lo que no se llegó a transferir a la fundación en el momento de su institución, fue confiscado por el Consejo de Estado producto de la ley 5785 de Confiscación de Bienes a los Trujillo. Debemos también explicar que cumpliendo cabalmente con lo establecido en dicha ley, el gobierno confiscó no solo los bienes del Jefe, sino también los de toda su familia. Entonces, cuando preguntan por todas las riquezas que dejó el Generalísimo Trujillo y su familia mi respuesta sería que tendríamos que estudiar escrupulosamente las acciones del Consejo de Estado (encabezado por el Dr. Rafael Bonelly)en ese sentido, que convirtieron todos los bienes en una piñata para repartirse toda esta inmensa fortuna. En vez de poner todo esto al servicio del pueblo dominicano como lo había deseado mi abuelo, pusieron todo al servicio de ellos mismos.

El licenciado Tirso E. Rivera tomó inventario de todo el patrimonio que dejara mi abuelo, reporte que se culminó a los 36 días de su muerte, y es un resumen muy completo de todas las propiedades, los inmuebles, las tierras y demás relativo a su caudal. El Dr. Juan Bosch luego escribió un libro titulado “La fortuna de Trujillo” donde también presenta un inventario de este enorme legado. Me parece que debemos abrir una investigación sobre el paradero de todos estos bienes, ya que partiendo de estas informaciones tan valiosas, se podrían comprobar las transferencias de títulos y los traspasos de las acciones corporativas hasta la fecha. Solo así podremos apreciar la manera tan flagrante que usurparon todo lo que había para su lucro personal y al hacerlo, se olvidaron por completo del pueblo dominicano.  Muchas familias dominicanas saquearon o heredaron sin derecho lo que hoy por hoy pareciera ser industria familiar de antaño. Por eso entiendo la resistencia de tantos que no quieren aclarar lo que hasta el momento ha sido una historia totalmente tergiversada.

Muchos desconocen también que CORDE (Corporación Dominicana de Empresas Estatales) contaba con 24 empresas de las que legó el gobierno del Generalísimo Trujillo al pueblo dominicano. Entre estas estaban la Compañía Dominicana de Aviación C Por A, Molinos Dominicanos C Por A, Chocolatera Industrial, Compañía de Seguros San Rafael, Compañía Anónima Tabacalera C Por A, Refinería de Sal, Pinturas Dominicanas C Por A, entre muchas otras más. Durante la Era de Trujillo estas empresas llegaron a ser extraordinariamente fructíferas y después de la muerte de Trujillo, pasaron muchos años generando ingresos muy significativos para el gobierno. Sin embargo, casi todas fueron quebradas, saqueadas, vendidas (a un precio irrisorio), usurpadas, malgastadas, y abatidas. Este enorme patrimonio fue despilfarrado en vez de utilizar los cuantiosos recursos que generaban las mismas para el beneficio del pueblo.

Mientras más profundicemos sobre este tema, mas fácil podremos determinar que la enorme fortuna que dejó el Jefe, se quedó aquí mismo en la República Dominicana. Si sumamos el valor de todos los bienes y todas las empresas veremos la inmensa fortuna y el valor real que representó el legado material de mi abuelo, y estas cifras favorecerán la veracidad de nuestros relatos.  Por eso reitero que promovemos la apertura de un proceso investigativo justo, objetivo y científico que cuente con la participación de exponentes serios de todos los sectores con informaciones fidedignas para que al final la historia pueda reflejar la realidad de todos estos hechos. Este capítulo de las empresas de CORDE merece estudiarse mucho más a fondo, ya que se aportará muchas revelaciones muy interesantes.

Finalmente, entiendo la curiosidad de la gente que me hace el planteamiento de que si mi abuelo no tenía ningún dinero fuera del país, como ha vivido mi familia acomodadamente después de su salida en 1961. Primero le tendría que aclarar que hubieron muchos de la familia Trujillo que no tuvieron la oportunidad de sacar su dinero, a la vez que habían muchos Trujillos que vivieron moderadamente, por lo que tampoco tenían mucho que sacar. Numerosos miembros de mi familia pasaron mucho trabajo a su salida del país. Sin embargo, en cuanto a mi Madre, mi abuela y mis tíos, podría decirles que ellos sí lograron sacar una parte de su dinero después de la muerte de mi abuelo. Mi abuelo le regalo a todos y cada unos de sus hijos en vida, y exclusivamente de su patrimonio personal. Sin embargo, quiero aclarar que si sumamos todo el dinero que mi familia pudo sacar, podríamos decir que no sería más que una ínfima parte del dinero que representaba la hacienda personal del mi abuelo.

La Fundación Rafael Leónidas Trujillo Molina tiene el firme propósito de hacer una reconstrucción financiera y un estudio forense con pruebas fehacientes y todos tipos de documentos incontrovertibles, y también llevaremos a cabo una investigación seria para dilucidar de manera incuestionable las verdades sobre el caudal de mi abuelo. Sin embargo, no le quiero pedir a nadie que se lleve enteramente de nuestros relatos, solo pido que lean, que busquen, y que utilicen nuestras respuestas y aseveraciones como pistas. Vuelvo y repito Raifi, el tiempo nos dará la razón.

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L.RAMFIS DOMÍNGUEZ TRUJILLO

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PARA VER LA RESPUESTA:

ENTREVISTA A L.RAMFIS DOMÍNGUEZ TRUJILLO..TERCERA PREGUNTA

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Debido al tipo de preguntas realizadas a  L. Ramfis , éste requirió de respuestas un poco extensas por lo que iré publicando una a una las preguntas realizadas y sus respectivas respuestas..NO TE LO PIERDAS NI DEJES QUE TE LO CUENTEN !!!

RESPUESTA

Lo interesante del trabajo que desempeñamos en la Fundación Rafael Leónidas Trujillo Molina es, que a medida que vamos llevando a cabo todo este proceso investigativo para esclarecer las verdades de la denominada Era de Trujillo, van saliendo testimonios e informaciones muy valiosas de personas y de fuentes que anteriormente quizás no se atrevían o no se sentían motivados a hacerlo. El resultado ha sido y seguirá siendo muy valioso.

El caso de las muertes del Teniente Jean Awad Canaán y la joven Pilar Báez es precisamente uno de estos capítulos cuyas verdades están muy bien fundamentadas no solo con las informaciones en el libro de mi Madre (“Trujillo Mi Padre, En Mis Memorias”) sino también con otras fuentes de informaciones que corroboran la aseveración que ella siempre ha mantenido. Mi madre nunca tuvo ningún interés en el Teniente Canaán, eso a mí me queda muy claro, porque conozco a mi madre perfectamente bien y se como siempre se ha manejado. Ella es una mujer con unos principios morales inquebrantables y ojala todos tuvieran la oportunidad de conocerla para que se dieran cuenta de la gran persona que es. La gente a veces se olvida que a la muerte del Generalísimo Trujillo, mi madre contaba con solo 21 años de edad. Su historia también la han tratado de manchar con mentiras garrafales y calumnias imperdonables, con el único propósito de envilecer el apellido Trujillo y así poder compaginar todo con la leyenda negra que se ha querido difundir sobre mi abuelo.

Si hablamos del tema de la muy lamentable muerte de la joven Pilar Báez, hija del gran colaborador del Jefe, Miguel Angel Báez Diaz, vale la pena recordar que como mi mamá lo relata en su libro, ella misma invitó a Pilar a California, y allí le regaló su vestido de boda y parte de su ajuar matrimonial. Ellas eran grandes amigas, y llegaron a tratarse muy de cerca. La muerte de Pilar consternó a mi madre enormemente, e incluso, mi mama hiso todo lo posible por conseguir unas pastillas coagulantes mediante el envío urgente de un avión expreso a Puerto Rico (ya que Pilar murió de una hemorragia incontrolada, cuadro que se presentó durante el parto), todo en interés de que pudieran salvarle la vida. Las pastillas llegaron desde Puerto Rico, pero desafortunadamente ya era muy tarde. También debemos tomar en cuenta que el hospital donde murió pertenecía a un familiar de los Báez, por lo que es imposible alegar la complicidad de esa clínica ni de su equipo en cuestión.  El ginecólogo que la atendió, (Dr. Simpson) también estaba directamente emparentado con Pilar Báez, y era una persona de toda su confianza y la de su familia. También tenemos el testimonio del Dr. Jordi Brossa, director de la clínica y confesado anti-trujillista, que afirma que la muerte de Pilar Báez fue producto de una hemorragia que sufrió durante el parto, y el mismo descarta toda posibilidad de una maliciosa intromisión. La versión que su familia ha querido vender después de la muerte de mi abuelo no es más que una infamia incalificable, y un chisme malintencionado, y ya podemos ver como el tiempo nos está dando la razón.

Por otro lado, al hablar del caso del fallecimiento del Teniente Jean Awad,  también me acojo enteramente a la versión que ofrece mi madre en su libro, y cuyos testimonios de apoyo están bien fundamentados con lo que han declarado bajo fe de juramento los sobrevivientes del aparatoso accidente. El Coronel Lorenzo Sención Silverio siempre ha mantenido la misma versión de los acontecimientos, muy a pesar de todas las presiones que ha recibido a través de los años. Sin embargo, el es un oficial y un profesional con una reputación intachable que nunca ha tratado de lucrarse de su protagonismo en este tan lamentable episodio y simplemente ha hablado en honor a la verdad. Todos fuimos testigos del gran apoyo que recibió no solo de sus colegas castrenses, sino también del mundo empresarial, cuando el pasado lunes 19 de Julio del año en curso, salió publicado en el matutino Hoy, un espacio pagado donde dan testimonio de su carácter moral y respaldan su versión de los hechos más de 60 amigos personales del Coronel Sención. Está muy claro de que al Teniente Awad Canaán le gustaba el exceso de velocidad, y que el día del accidente se habían parado a tomar unos tragos, una combinación nefasta para cualquier conductor sin importar la experiencia que pudiera tener detrás del volante.

Si me lo permite Raifi Genao, me parece propicio reconocer de una manera muy especial, la valentía de la Sra. Naya Despradel del periódico El Caribe, que publicó un artículo muy responsable producto de un proceso investigativo científico, que culmina en determinaciones bien fundadas y dignas que también coinciden con los relatos ofrecidos en el libro de mi madre. Que valga la aclaración que, ni mi madre ni ningún otro miembro de mi familia había tenido contacto con esa señora cuando ella escribió el artículo, por lo que está claro que no nos inmiscuimos de ninguna forma en ese proceso ni en las conclusiones obtenidas. Ese artículo es un ejemplo de un periodismo serio, sensato, y objetivo, que es precisamente para lo que estamos abogando nosotros. No pretendemos desvirtuar la historia como han venido haciendo después de la muerte de mi abuelo, sino que buscamos que se aclaren las cosas que se tienen que aclarar de un manera equitativa e histórica, para que el pueblo sea beneficiario de todo este trabajo.

Para concluir con esta pregunta, quisiera aclarar que contamos con muchas revelaciones interesantes, testimonios y documentos que apoyan de manera incontrovertible, no solo esta sino todas las versiones que mi mamá relata en su libro, y más adelante estaremos publicando todo este trabajo investigativo de la fundación, para el beneficio de y en honor a la verdad histórica.

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L. Ramfis Domínguez Trujillo.

PARA VER SEGUNDA PREGUNTA Y SU RESPUESTA:

LA ENTREVISTA DE RAIFI GENAO A L.RAMFIS DOMÍNGUEZ TRUJILLO…SEGUNDA PREGUNTA

 

PARA VER TERCERA PREGUNTA Y SU RESPUESTA:

ENTREVISTA A L.RAMFIS DOMÍNGUEZ TRUJILLO..TERCERA PREGUNTA