Detalles del crimen, la impunidad de sus asesinos y declaraciones de Doña Dedé Mirabal con datos inéditos que debes conocer.


Desde inicios de los años sesenta el movimiento 14 de Junio era un dolor de cabeza para el Generalísimo Trujillo, no transcurría un día que no le llegaran a su escritorio informes del SIM sobre muchos desafectos del régimen que pertenecían de manera secreta a este creciente grupo clandestino, precisamente ya para el 18 de Mayo de 1960, las hermanas Minerva y Maria Teresa, esposas del Lic. Manolo Tavarez Justo y del Ing. Leandro Guzmán, todos cabecillas de dicho movimiento insurreccional, habían sido juzgadas en Santo Domingo ,al igual que sus esposos, por atentar contra la seguridad del estado. Se les declaró culpables y fueron condenadas a tres años de prisión, inmediatamente todos comenzaron a purgar sus penas, pero ellas no durarían mucho en la cárcel, en un gesto extraño, el 9 de Agosto y por Disposición expresa del Generalísimo, Minerva y María Teresa Mirabal fueron puestas en libertad, sus maridos sin embargo continuaron en prisión. Estas ¨Disposiciones del Generalísimo¨ tenían doble propósito, por un lado pretendía demostrar la Generosidad de Trujillo, por el otro les daba la libertad a aquellas personas a quien él quería seguir hostilizando, este último era el caso de las Mirabal. No bien habían pasado un par de semanas de la libertad y ya existían informes sobre  reuniones secretas contra el régimen encabezadas de nuevo por las  Hermanas Mirabal ésto, sumado a las presiones internacionales entre muchas cosas por el atentado en Venezuela contra el Presidente Rómulo Betancourt, por el que la OEA sancionó al estado dominicano con rompimiento de Relaciones diplomáticas y económicas y la creciente caída de los diferentes regímenes dictatoriales en américa latina  era ya demasiado para el Generalísimo y en medio de un informe que inició de nuevo con los pasos que daban estas mujeres rebosó la copa de la tolerancia y Trujillo le ordenó al General Pupo Román un plan para desaparecer definitivamente a las Hermanas Mirabal. Recomendándole usar al SIM para su ejecución. La primera medida que tomó Pupo Román fue el traslado de los presos a la cárcel de Salcedo, al parecer aparentando benevolencia, pues de este modo no tendrían que realizar largos viajes a la cárcel de La Victoria, que era donde cumplían sus penas los esposos, en verdad esto era el inicio de la capitalización del plan para la eliminación de las hermanas Mirabal. El General Pupo Román, cumpliendo las orientaciones del Generalísimo dejó en manos del SIM (Servicio de Inteligencia Militar) a la sazón dirigida  por el Capitán de Corbeta de la Marina de Guerra (Mayor) Cándido Torres Tejada, quien había sustituído al siniestro Jhonny Abbes, que se encargaba en ese momento de dirigir la campaña contra la Iglesia y a la emisora Radio Caribe, pero en verdad Abbes seguía dirigiendo con sus ideas y tras bastidores al organismo opresor , para dar cumplimiento a la orden Torres tejada se dirigió a Santiago y le dio las instrucciones al jefe sel SIM en la zona norte ,el entonces Teniente Víctor Alicinio Peña Rivera y según escribe en su libro el propio Peña Rivera, éste le expuso el plan de la siguiente manera: ¨Vengo de parte del ministro de las Fuerzas Armadas, General Román, para que dispongas el traslado a Puerto Plata de los esposos de las Hermanas Mirabal, la justificación del traslado será el descubrimiento de armas clandestinas dirigidas al movimiento que ellos encabezan, la idea es que ellos nos ayuden a determinar si las personas apresadas las pueden identificar como miembros del movimiento, una vez terminado esto les puedes decir que serán regresados a Salcedo de nuevo. Una vez trasladados les prepararás una emboscada en la carretera a las Hermanas Mirabal, deben morir y se simulará un accidente automovilístico, ese es el deseo del jefe¨. Al día siguiente el cabo de la Policía Nacional Ciriaco de La Rosa llegó a los cuarteles del SIM en Santiago para cumplir con el plan, solicitó cuatro agentes y un vehículo para conformar el escuadrón de acción , Peña Rivera asignó a Alfonso Cruz Valerio, Emilio estrada Malleta, Néstor Antonio Pérez terrero, y Ramón Emilio Rojas Lora. El 18 de Noviembre el escuadrón regresó sin cumplir la orden alegando que las hermanas Mirabal viajaban con niños, el 22 de noviembre regresaron de nuevo alegando las mismas causas, pero el 25 de noviembre se pudo comprobar que en esa visita no andaban con niños sino con un chofer y otra de sus hermanas (Patria), se decidió entonces ejecutar el macabro plan. Tras despedirse de sus respectivos maridos, en el patio de la fortaleza, las tres mujeres y el chofer, salieron rumbo a Salcedo, planeando la próxima visita para la siguiente semana. Ya fuera de Puerto Plata, el jeep se desplazaba por la serpenteante carretera y al llegar al puente de Mará Picá, fueron detenidos por cuatro hombres que tenían un carro cepillo atravesado en medio del puente. Las tres mujeres fueron obligadas, a punta de pistola, a subirse al asiento trasero del carro de los sicarios, mientras tres de estos se montaban con el chofer en el jeep, dirigiéndose hacia La Cumbre donde estaba La Mansión, en la que les esperaba el capitán Peña Rivera para darles las instrucciones finales.

En el camino, en una de las curvas de la carretera, casi cerca de la cumbre, bajaba un camión del Instituto de Seguros Sociales, era conducido por José Gabriel Pérez quien viajaba junto a tres compañeros (Pérez testificó luego en el juicio contra los asesinos) lo que aprovechó Minerva para vocear: ¡Nos van a matar…Nos van a matar…! El camión hizo como que se iba a parar, pero una acción de los que venían atrás en el jeep los hizo desistir y continuaron su camino. Las prisioneras habían perdido su única oportunidad de librarse de sus captores.

Los dos vehículos entraron al patio de la Mansión. Las mujeres y el hombre fueron llevados a la fuerza por los sicarios dentro de la casa. De inmediato Peña Rivera hizo una seña a de la Rosa para que actuaran, retirándose hacia una lejana habitación de la casa.

Hubo un instante en que las mujeres, mirándose a los ojos se habían comunicado y trataron de escapar, pero fueron fuertemente sujetadas por los sicarios. El sargento de la Rosa salió por un momento de la casa y se dirigió al carro en que andaban y sacó cuatro garrotes que habían cortado cerca del puente Mará Picá y que llevaban en el baúl del cepillo.

Entró a la casa y los repartió entre sus otros tres compañeros que debían ejecutar el plan al igual que pañuelos para ahorcar las víctimas.  Ciriaco de la Rosa reveló durante el juicio posterior al asesinato lo siguiente:

«Después de apresarlas, las condujimos al sitio escogido, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta, al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas.

Ordené a Pérez Terrero que permaneciera en la carretera a ver si se acercaba algún vehículo o alguien que pudiera enterarse del caso. Esa es la verdad del caso. Yo no quiero engañar a la justicia ni al pueblo. Traté de evitar el desastre, pero no pude, porque de lo contrario, nos hubieran liquidado a todos».  

Pero esas declaraciones que indicaban que la ejecución ocurrió en un cañaveral cercano fueron cambiadas años más tarde y aclaró a amigos cercanos que el crimen ocurrió realmente en los terrenos de la casa de la cumbre pues Peña Rivera quería ver los cadáveres con sus propios ojos antes de ordenar tirarlos por el Precipicio, pués tenía que dar un informe fidedigno a sus superiores,(esto coincide con las declaraciones del chofer del camion del Instituto de Seguridad social que dice haber visto vivas a las hermanas Mirabal en el trayecto hacia La Cumbre) fue así entonces que durante varios minutos unos quejidos y alaridos que no pudieron escucharse fuera de la estructura de la vivienda construida de adobe y forradas de caoba fueron emitidos, y con la respiración entrecortada, los sicarios dieron por teminada su labor de exterminio. Los cuerpos de las mujeres y el hombre ya no hacían ningún movimiento convulsivo, primero las habían ahorcado con pañuelos después vino la secuencia de palos para que sus cuerpos presentaran golpes del supuesto accidente. Estaban muertos. El sargento de la Rosa se dirigió entonces al aposento donde estaba el hombre del sombrero Stetson, que era Peña Rivera y le dijo: «Señor, misión cumplida».

El capitán Peña Rivera ordenó entonces después de ver los cuerpos: «Esperen a que oscurezca un poco y busquen un lugar dónde derrumbar el jeep, recuerden que debe parecer un accidente». Los cuerpos y el vehículo fueron depositados en la marquesina de la mansión de la cumbre a la espera de la noche, acto seguido, Peña Rivera y sus guardespaldas se montaron en el Mercedes Benz negro y se dirigieron a Santiago. Por el camino, el Jefe del SIM en el Cibao, llamó a la central en Ciudad Trujillo: «Ejecutada Operación Cumbre» que fue el nombre secreto asignado por el SIM a esta acción.

Ya oscureciendo, los sicarios Ciriaco de la Rosa, Alfonso Cruz Valerio, Emilio Estrada Malleta, Ramón Emilio Rojas Lora y Néstor Antonio Pérez, se dirigieron con los cuatro cadáveres en el yip a la sección Río Arriba, que enlaza las carreteras Luperón y Duarte , a pocos kilómetros de la Mansión de la Cumbre y en una pendiente que tiene unos 50 metros empujaron el vehículo con los cadáveres de las tres mujeres y el hombre (ver en foto de portada a Manolo y Leandro en el lugar). El día 27 de noviembre de 1960, en el periódico El Caribe apareció la noticia en la página tres, informado que dos días antes, o sea del 25, «tres hermanas y el chofer del yip en que viajaban, habían sufrido un accidente en la sección Río Arriba, que enlaza las carreteras Luperón con Duarte».

Las hermanas Patria Mirabal de González, Minerva Mirabal de Tavárez y María Teresa Mirabal de Guzmán, habían perecido junto al chofer Rufino de la Cruz, «en un accidente que se presume ocurrió cuando el conductor perdió el control del vehículo placa J-19488, y cayó unos 50 metros, deteniéndose en la margen del río Guazumal».

 

Juicio e Impunidad de los asesinos

En el mes de junio de 1962 se inició el juicio en la Cámara Penal de Jurisdicción Nacional a los acusados y cómplices del asesinato de las hermanas Mirabal y el chofer Rufino de la Cruz.

En el banquillo de los acusados fueron sentados los autores materiales del cuádruple crimen, Ciriaco de la Rosa, Alfonso Cruz Valerio, Emilio Estrada Malleta, Ramón Emilio Rojas Lora y Néstor Antonio Pérez.

Como cómplices fueron juzgados Sandito Almonte, Cándido Torres Tejada (Ausente en el juicio), jefe de Operaciones del Servicio de Inteligencia Militar en la estación Central en Ciudad Trujillo,  Víctor Alicinio Peña Rivera, jefe de Operaciones del SIM en el Cibao, Silvio Antonio Gómez Santana, Viterbo Alvarez (Pechito), Pedro Peña Ortiz y David Olivero.

El magistrado doctor Osvaldo B. Soto, presidía el tribunal especial. El Procurador Fiscal de Jurisdicción Nacional, era el doctor Rafael Valera Benítez, mientras que la parte civil estaba representada por los doctores Héctor Sánchez Morcelo, Ramón Pina Acevedo, Francisco Carvajal Martínez, Antonio Guzmán y Miguel A. Vásquez Fernández. El abogado de la defensa de los acusados fue el abogado de oficio Héctor Barón Goico. El tribunal condenó a los principales acusados a la pena máxima de 30 años, excepto a Ciriaco de la Rosa que de manera insólita fué condenado a sólo 20 años por supuestamente colaborar con la aclaración del crimen, aunque realmente nunca las cumplieron, tiempo después y con la ayuda de grupos militares trujillistas fueron provistos de pasaportes y sacados del país.

Muchos de ellos han muerto en distintas circunstancias, otros , muy pocos, se encuentran vivos gozando de la impunidad que les permitió la complicidad oficial y un pueblo con ansias de libertad y a veces un poco olvidadizo.

Ciriaco De La Rosa – Fué el principal asesino ejecutor de la acción ,después de su fuga y con ayuda de militares dominicanos, se radicó en Lawrence, Massachussets , una pequeña ciudad con alta población dominicana que está ubicada en las cercanías de Boston, donde vivió una vida tranquila , Ciriaco De La Rosa tuvo dos hijos, la mayor Bienvenida De La Rosa Polanco y el varón Ciro Rafael De La Rosa Polanco; ambos hijos de su única esposa Thelma de De La Rosa Polanco. Su hija falleció dos o tres años después que él en un accidente automovilístico en la Calle Essex Street en el mismo pobladito de Lawrence. Su hijo fue Sargento Mayor del cuerpo de Marines de los Estados Unidos, luego policía en Lawrence y obtuvo una maestría en ciencias policiales de una universidad en Boston. Su hijo estaba vinculado al PRD y volvió al país (en la epoca de Hipolito) donde nunca tuvo problemas con la justicia e ingreso a las filas de la policía nacional dominicana, Ciriaco de La Rosa pasó sus últimos años jugando dominó casi todos los días en el local del PRD ,de Lawrence acompañado de los dirigentes de esa organización en un local que irónicamente lleva el nombre de las heroínas de Salcedo . Falleció en una extraña fecha 20/02/2002 y que además coincidió con el estreno de la película En el Tiempo de Las Mariposas, falleció en el Hospital de Lawrence de un derrame cerebral sin tener que pagar nunca uno de los más terribles crímenes de la historia Dominicana, su cadáver fue velado en dicha ciudad, en la Funeraria Parra y asistieron muchos amigos calieses de la era e incluso ex-militares que compartieron con él misiones funestas en la época de la dictadura. Fue ingresado al hospital con el nombre falso de Santiago Rosa y tiempo después bajo la misma falsedad, sus hijos lograron traer luego el cadáver en forma secreta y enterrarlo en Santo Domingo ante la asombrosa indiferencia de las autoridades. De la Rosa en los interrogatorios a que fué sometido dió impresionantes declaraciones que nunca fueron recogidas en el expediente, entre ellas que la orden de eliminar a las mirabal no vino de Trujillo sino del General Pupo Román ya que luego del asesinato todos ellos fueron citados ante la presencia de Trujillo quién incluso agredió a algunos de ellos muy enojado por el daño a su gobierno, dijo que salvaron la vida gracias a que el propio Pupo cargó con la responsabilidad de la orden entendiendo que estaba ayudando con esto a eliminar el movimiento clandestino pero que aún así estuvieron detenidos por más de 10 días en celdas separadas, esto sin embargo dadas las caracteristicas criminales de De La Rosa no fué tomado como válido.

 Alicinio Peña Rivera, Fué el comandante del SIM en la zona Norte , dirigió la operación que culminó con el asesinato de las Hermanas Mirabal , fué apresado tras la huida de Ramfis al momento de visitar la base aérea de Santiago por instrucciones del General Rafael Rodríguez Echavarría, fué juzgado y condenado a Treinta años de prisión, pero cuatro años después logró huir a los Estados Unidos por el puerto de Haina en el Alcoa Explorer, un Barco-carguero norteamericano que había venido a descargar arroz y que, luego de desmontar su carga, regresaba al territorio norteamericano, Peña Rivera  huyó apoyado por amigos militares influyentes, se radicó más tarde en Puerto Rico, escribió dos libros sobre la dictadura (La Historia Oculta de un Dictador y La herencia del Caudillo), tuvo el coraje de regresar al país en la década de los ochenta y visitar emisoras y canales de televisión tratando de limpiar su imagen de criminal, pero el pueblo reaccionó con enojo y tuvo que salir apresuradamente del país sin ser apresado, falleció tranquilamente en Puerto Rico en el 2001.

 Cándido Torres Tejada, jefe de Operaciones del Servicio de Inteligencia Militar en la estación Central en Ciudad Trujillo,  a la hora del juicio se encontraba prófugo  también logro evadir la justicia y con gran asombro se supo que hasta hace un tiempo asistía a los juegos de gallos en las galleras de Santo Domingo compartiendo con conocidos funcionarios y deportistas que alimentaron la impunidad de este criminal que finalizó sus días tranquilamente en La Vega rodeado de sus amados hijos que lo calificaron como el mejor de los padres. De la misma forma impune fueron apagándose las vidas de los demás personajes participantes en éste crimen horrendo que terminó también con más de 30 años de dictadura.

Emilio Estrada Malleta – Nació en 1923, de origen cubano, este funesto personaje, miembro del Servicio de Inteligencia Militar y conocido esbirro que tenía experiencia como torturador y asesino, ya que trabajó en Cuba con Fulgencio Batista y su Dictadura, incluso, antes del crimen de las Mirabal había torturado a Leandro Guzmán, en esa ocasión estuvo acompañado de César Rodríguez Villeta ( que actualmente vive en Monte Plata) y otros hombres que se presentaron a su apartamento, el 17 de enero de 1960, desde donde Guzmán fué lanzado por las escaleras, casi desnudo. Más tarde, luego de muerto Trujillo, encabezó a nivel operacional, por instrucciones de Minervino (Jefe de la victoria) y Ramfis ,debido a su experiencia, al grupo de militares que trasladó a los héroes antitrujillistas desde La Cárcel de La Victoria hasta la Hacienda María y en el posterior simulacro de fuga en que fueron acribillados algunos policías, quizás pensó que Ramfis duraría otros treinta años y estaría protegido con el mismo manto del dictador, pero no fué así y con la huida de Ramfis y los Trujillo debió enfrentar la débil justicia que apenas se iniciaba y que finalmente dió lugar a su fuga de la cárcel y del país. Éste personaje, puso en varias ocasiones ,después de su fuga, a correr el rumor de su muerte, quizás para que se olvidaran de él, en parte logró su cometido ya que incluso periódicos lo publicaron y sus persecutores se olvidaron de él, pero al saberse que vivía,incluso ya con 85 años ,en Junio del 2007 fue reclamado en vano para interrogatorio por el procurador adjunto de entonces, Bolívar Sánchez Veloz, quien sí pudo interrogar a uno de los participantes del traslado, un policía de 88 años que no aportó nada en sus declaraciones, pero no dieron con él, no estaba en el país y hace poco tiempo murió tranquilamente y con otro nombre, llevándose el secreto de cientos de crímenes sin resolver.

Viterbo Álvarez (Pechito) otro de los implicados como cómplice del asesinato murió apenas unos años después en San Cristóbal pueblo en que caminaba imponente sin tener que enfrentarse a la justicia. Igual suerte en diferentes ciudades del país tuvieron otros implicados como Pedro Peña Ortiz y David Olivero, pero otros famosos torturadores trujillistas como Jose Ángel Rodríguez Villeta y el mismo José Luis león Estévez, viven en Santo Domingo y, en el caso de éste último, nunca cumplió los 30 años a que fué condenado en contumacia, y regresó cuando el crimen prescribió (a pesar que este tipo de crimen nunca prescribe).

En los últimos 48 años, el pueblo dominicano ha pasado por las transiciones de la dictadura a la libertad y de la libertad a la democracia, aunque esta última aún no se ha consolidado, ya que la mayoría del pueblo dominicano sigue siendo víctima del engaño de los políticos y los partidos tradicionales que la mantienen en los más altos niveles de pobreza, por lo que continúan existiendo diferentes clases, unas con privilegios y otras no.

El «gobierno del pueblo» que es la democracia, no se ha hecho realidad, aunque fuera esa una de las causas por las que lucharon Minerva Mirabal de Tavárez y su esposo Manuel Aurelio Tavárez Justo, liderando el Movimiento 14 de Junio, constituido por cientos de dominicanos que entregaron sus preciadas vidas a la noble causa de la libertad, entrando por la puerta grande del martirologio junto a Patria y María Teresa y Rufino de la Cruz un mártir inocente.

 Doña Dedé Mirabal y Algunos detalles inéditos

En Diciembre del 2006, Doña Dedé Mirabal, con motivo a la celebración de un aniversario más del asesinato de las Hermanas Mirabal en la ciudad de Nueva York, ofreció una entrevista cargada de detalles inéditos sobre la vida de las heroínas. Esta interesante entrevista fue publicada por Miguel Cruz Tejada en el Nuevo Diario de Nueva York y entre muchas cosas se destaca lo siguiente:

 “Nuestra casa fue allanada 27 veces en los gobiernos de Balaguer”, explicó Dedé en la entrevista. Dijo que las pesquisas a su casa, hechas específicamente por miembros del Ejército Nacional y el Servicio Secreto balagueristas, se debieron que los militares siempre creyeron que en el patio de la residencia, se guardaban las armas usadas por los dirigentes y militantes del Movimiento Patriótico 14 de Junio, fundado por Manolo Tavares Justo, esposo de Minerva y su hermana, pero que nunca estuvieron allí.

“Esos allanamientos nos lo hicieron en el transcurso de los 12 años de gobiernos de Balaguer”, relató Doña Dedé. “También nos expropiaron, nos quitaron una finca de diez mil tareas que teníamos en la provincia María Trinidad Sánchez (Nagua) y que estaba sembrada de arroz”. La expropiación de la finca, ocurrió en los años setentas y se hizo a través de un decreto firmado por el propio Balaguer, entonces presidente de la república… Dedé, aclaró que en lo personal, Balaguer nunca se acercó a la familia, ni los Mirabal a éste. “Fue una situación normal en la que no tuvimos comunicación recíproca con sus gobiernos. No se qué pensaba él”.

Narró que después de la llegada del PRD al poder en mayo de 1978 y siendo el fenecido Don Antonio Guzmán Fernández presidente, su esposo que era entonces gobernador, le pidió al primer mandatario, devolverle la tierra, porque siempre tuvo la ilusión de tener una gran finca. “Pero Don Antonio dijo que no, porque eso se había a través de un decreto presidencial y no lo podía derogar”. El mandatario perredeísta no le explicó a la familia Mirabal, las razones de porqué no podía cambiar la decisión ejecutiva. “Luchamos mucho para que se nos devolviera la finca, lo que el gobierno hizo fue darnos unos solares en la capital como forma de resarcir la pérdida de la finca”, detalló la Mirabal.

Dijo que en la familia sólo hay dos que se dedicaron a la política que son el ex vicepresidente Jaime David Fernández Mirabal y la diputada Minú Tavares Mirabal.

Doña Dedé se salvó de la muerte, según su narrativa, porque se quedó en la casa cuidando los niños de sus tres hermanas asesinadas, mientras estas iban a la cárcel de Puerto Plata a visitar sus esposos. “Teníamos informaciones de que el permiso que Trujillo había dado para que fuéramos a la cárcel a ver los presos, era una trampa, una embocada para asesinarnos, si yo hubiera ido, usted o cualquier otro, hubiéramos muerto”, agregó la sobreviviente. Dijo que aunque ella le pidió a Patria que no fuera a la cárcel, porque el todo el pueblo decía que era para matarlas, ésta decidió acompañar a Minerva y María Teresa, cuyos maridos eran los reclusos.

“Los asesinatos de mis hermanas no fueron una sorpresa para el pueblo, porque el traslado de los presos desde Salcedo a Puerto Plata, tenía la intención de matarlas”, sostuvo. Recordó que Minerva le preguntó que si era posible que Trujillo fuera capaz de matar a todo el que la acompañara en el viaje, porque a ella era que el tirano odiaba con más intensidad.

En un detalle estremecedor del crimen, Dedé reveló que sus hermanas fueron estranguladas y luego sus cadáveres masacrados a palos por sus verdugos. “Trujillo nunca perdonó que una mujer lo enfrentara a él, pero ella (Minerva), lo enfrentó con su forma, pero lo enfrentó”, indicó la Mirabal. Desmintió que la decisión del tirano de asesinar a sus hermanas, tuviera origen en una supuesta bofetada que Minerva le diera al sátrapa durante la celebración de un baile.

“No, eso no es correcto, la bofetada que le dio fue sin manos, porque se negó a bailar con el tirano y se fue antes que él de la fiesta”, expresó Dedé. Negó también que en el momento de ser ultimadas, sus hermanas fueran violadas por los esbirros del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), escogidos para la macabra tarea. Confirmó que Trujillo le negó la licencia del estado a Minerva para que ésta pudiera ejercer la profesión de derecho en la República Dominicana después de haberse graduado con Magna Cum Laude en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Minerva, se inscribió en la universidad aprovechando un viaje de Trujillo a España. Años después, la facultad de derecho de la alta casa de estudios lleva el nombre de la heroína. “Mi familia fue  anti trujillista desde su nacimiento, pero ellas marcaron con sus vidas la lucha por la libertad de nuestro pueblo”.

Doña Dedé, dijo que se siente satisfecha del apoyo y la honra que el pueblo les hado a la memoria de sus hermanas y de los logros parciales democráticos que se han conseguido después de los asesinatos. “Lo que pasa es que duramos muchos años, en los que la difusión de la lucha de ellas, no se podía hacer con tanta libertad como ahora, no es que estaba prohibido, pero las condiciones no eran propicias”.

Añadió que fue a partir de la década de los ochentas, cuando el pueblo comenzó a ver una apertura sobre la historia. “Antes, no se podía hacer publicidad, porque habían cosas que no eran normales. Nosotros siempre quisimos que mis hermanas fueran sepultadas en el patio donde están hoy”.

La exhumación de los restos y el traslado al patio de la casa de Dedé de donde partieron las heroínas en vuelo hacia la muerte, debió esperar 40 años.

-¿Porqué?

“Porque las condiciones políticas no eran las más favorables, siempre hubo gente que temían a que hubiera represalias, pero no existían las condiciones para que el pueblo demostrara lo que sentía hacia el sacrificio de mis hermanas”.

“Ha tomado tiempo, estoy agradecida del pueblo dominicano y de toda la sociedad. He viajado a Europa, Estados Unidos y dondequiera que hay dominicanos, la memoria de ellas siempre está latente. También dijo sentirse orgullosa de la declaración del Día de la no violencia contra la mujer que las Naciones Unidas, hicieron en honor a las mariposas. Cuestionada cómo se siente la ausencia de sus hermanas 46 años después, expresó dramáticamente que cuando oye emular el nombre de las heroínas, cree estarlas viendo todavía.

“A Minerva le gustaba estar en el jardín, manejaba su carro, era una mujer demasiado avanzada para su época”, expuso.

Sobre los libros, películas, documentales y reseñas que se han hecho sobre las Mirabal, cree que hay algunos que son fieles a la verdad histórica. “Hay algunos que sí, el libro El Tiempo de las Mariposas de Julia Alvárez, es una novela que tiene ficción, pero está baso en la realidad, porque la autora lo hizo en base a lo que yo le conté”.

Otras obras destacadas sobre la lucha de las mariposas son “Tres heroínas y un tirano” y “Minerva Mirabal, historia de una heroína.

“Pero ante la tragedia de mis hermanas, eso no era nada para mi, esa tragedia fue lo más grande y gracias a ese ser supremo que me ha dado buena salud, tengo mis energías”, expuso con la nostalgia brillando en sus ojos. Dedé sostiene que nunca ha guardado rencor ni a Trujillo, ni a Balaguer, ni a los asesinos de sus hermanas. El padre de éstas falleció después de sufrir un derrame cerebral estando preso en una celda solitaria de la cárcel de La Victoria situada a pocos kilómetros de Santo Domingo.

“Mi madre sufrió durante 20 años esa tragedia, pero logramos superarla y criar nueve hijos, seis que dejaron Minerva, Patria y María Teresa y los tres míos”, añadió.

“Los hemos formado sin odios, sin rencor y sin venganzas porque mi familia es una familia unidad que a esta edad que tengo – 81 años cumplidos – siento que he cumplido con mi deber”.

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.Por :Arq. Raifi Genao

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Video de Dedé Mirabal-chequéalo

http://www.youtube.com/watch?v=LsEX5knyM6c

 

Manzueta Espaillat- Operación Cumbre

Moisés Turbidez-Hermanas Mirabal-

Dedé Mirabal –entrevista de Miguel Cruz para Periódico Nuevo Diario de Nueva York-

Victor A. Peña R.- La Herencia del Caudillo.

Roberto Rodríguez-Cibaonet-Muerte de Ciriaco de la rosa

Diario Libre-24 Junio 2007-Interrogan Torturador de Régimen de Trujillo