La Prudencia como virtud … el transcurrir de su vida en Caracas, El Amazonas y El Estado Apure, un impresionante trabajo investigativo que no debes dejar de leer!! .
En su corta estadía por primera vez en Caracas Juan Pablo Duarte se encarga, junto a sus familiares venezolanos, de la composición de los títulos de los bienes inmuebles que poseía la familia. Aparentemente y luego de su apresurada partida de la isla, Duarte imagina que este viaje habría de ser definitivo; es probable que la saña y el odio con el que fue tratado por el gobierno dominicano le indicaran que su vida tenía que –definitivamente- tomar un nuevo rumbo. Debía, en principio tratar de salvar su vida y la de sus familiares perseguidos, razon quizas por la que todo el tiempo escondio la existencia de sus dos hijas, Carmen Sandalia (1841) y Sinforosa Duarte Diez (1843), fruto ambas de la relacion con su prima Vicenta Diez, además de poner las cosas de la economía familiar en orden. Por las señas que se desprenden de los documentos de propiedad de las casas de la familia Duarte Diez en Caracas puede notarse que la fortuna familiar estaba bien consolidada. Tan solo por el hecho de la ubicación geográfica en la ciudad puede inferirse la valía de los inmuebles, pues todos estaban en la zona central de la ciudad, al lado de las casas de las familias más prominentes del país. Cabe anotar que, para el momento, el casco central de Caracas estaba habitado por los ciudadanos más prominentes del país; como ejemplo podemos mencionar que la casa en la que vivió el General Duarte hasta sus últimos días, quedaba a unas cinco cuadras de la casa de la familia Bolívar, donde nació El Libertador.En estos primeros años de la llegada de Duarte a Venezuela, este país está sumamente convulsionado y se debate entre diversos intereses políticos: por un lado estaban los militares veteranos de la Guerra de Independencia que ejercían fuertes presiones por encargarse del poder tras la creencia de que por el solo hecho de su participación en la guerra les hacía meritorios para ello, tales como José Antonio Páez (primer Presidente de la República), Carlos Soublette y los hermanos José Tadeo y José Gregorio Monagas, también Presidentes sucesivos.Por otro lado, el Partido Liberal, recién formado y que iniciaba una fuerte lucha para encargarse del poder, eran los comerciantes e intelectuales del ámbito civil que impulsaban las ideas del desarrollo del país según las recién estrenadas ideas liberales –sobre todo en lo económico-, mediante las cuales se presentaban como el sector más idóneo para regir los destinos de la nación; destacaban entre ellos los intelectuales Antonio Leocadio Guzmán y Tomás Lander, fundadores del partido y polémicos propagandistas de las ideas liberales.Por último, pugnaban también por hacerse del poder los hacendados, responsables de la producción agrícola y pecuaria como base de la economía del momento, quienes pasaron a denominarse Conservadores y también presionaban por encargarse del poder con base en la autoridad que generaba su poderío económico.Es necesario acotar que las denominaciones de Conservador o Liberal no tenían en la Venezuela del momento ninguna diferencia radical de pensamiento pues, en ocasiones, los denominados Conservadores adoptaron medidas tan liberales, que hasta los dirigentes Liberales tendían a criticarlas y enfrentarlas públicamente, tal como el caso de las leyes del 10 de abril de 1834 y la ley de “Espera y Quita” –dictadas por gobiernos denominados Conservadores-, que dejaron las transacciones comerciales en manos de las partes sin intervención efectiva del Estado, por lo cual fueron a la ruina una considerable cantidad de hacendados y comerciantes de cualquiera de los bandos.Este fuerte enfrentamiento político se expresaba en manifestaciones y protestas populares en las calles de las principales ciudades y en los campos. En las ciudades, la constante eran los arrestos, persecuciones y confiscaciones de bienes y, en el campo, alzamientos, montoneras y guerrillas, lo que hacía que se caldearan los ánimos y se mantuviera el país en una permanente zozobra, al punto de que podría afirmarse, sin temor a equivocarnos, que Venezuela a lo largo de todo el siglo XIX vivió una sola guerra civil, con algunos, muy pocos, momentos de calma.Ante tal inestabilidad política y en su condición de extranjero y exiliado, para más señas, por el gobierno dominicano que en algunos momentos fungía como aliado de Venezuela, Juan Pablo Duarte decide no comprometerse –mucho menos a su familia- e internarse en lo más recóndito del país. Dirige su rumbo hacia la población de San Carlos de Río Negro (hoy Municipio del estado Amazonas) con intención clara de pasar inadvertido.Esta región, habitada en su mayoría por tribus indígenas como los makiritares y los piaroas, y por comerciantes que se dedicaban al comercio fluvial es la que se encuentra Juan Pablo Duarte; y de allí que sea la razón principal por la que muchos de sus biógrafos pensaran en su condición de apóstol y de misionero. Se hace realmente difícil pensar que un hombre de letras –en su condición de políglota por sus estudios en Europa- pero más difícil aún, en su condición de conspirador político y de guerrero militar en su país natal, el General Duarte se haya dedicado en esas selvas al arte de la contemplación.Incluso, la mayoría de los escritores que han tratado este episodio de la vida del prócer han considerado que su periplo por las selvas vírgenes y en convivencia con los indígenas de la región fue de aproximadamente doce años; sin embargo, investigaciones más recientes han podido demostrar que ya para 1856 Duarte se había trasladado a la región del Apure –los llanos centrales de Venezuela- y se había asentado en la ciudad de Achaguas que era la capital del estado para la época y el centro de una región de mucho movimiento económico –por ser una zona ganadera por excelencia-, y adonde se habían trasladado muchos de los intelectuales, políticos y militares inconformes con la manera como se administraba el país desde el gobierno central.Aparentemente, en su estadía por las vírgenes tierras del Amazonas trabó gran amistad con un cura misionero de origen italiano y de nombre Juan Bautista Sangénis; esta amistad es significativa para su vida pues, sin caer en elucubraciones innecesarias, se sabe que la mayoría de los evangelizadores que enviaba la Iglesia a los predios más intrincados del país poseían una fuerte formación intelectual, la que podía usarse para la predicación y formación del ejército de Dios tras el envío de sus mejores soldados; al menos había sido siempre así en Venezuela.Respecto a su vida y condiciones de manutención, sí es probable que haya sido muy austera y que debe haber desarrollado actividades básicas de supervivencia aunque, esa amistad con el presbítero, debe haberle aliviado un poco sus desdichas por contar con la colaboración desinteresada del cura, pues era tan estrecha su relación de amistad con este, que se traslada en su compañía y a los pocos años a la región del Apure.Creía Juan Pablo Duarte que unos pocos años de desaparición de la escena pública, probablemente lograrían que sus enemigos políticos le hubieran olvidado o, al menos, ya no lo consideraran de cuidado.Su llegada a Achaguas ya es representativa de las inquietudes políticas e intelectuales impetuosas del prócer. Achaguas es una ciudad del los llanos venezolanos muy famosa por la cantidad de combates que se dieron en sus alrededores y, sobre todo por ser el epicentro donde el General José Antonio Páez organizó todo su ejército de llaneros, lo que logró que la Guerra de Independencia venezolana pudiera, al fin, dar un vuelco a favor de los patriotas quienes habían sido, derrota tras derrota, puestos en desbandada.El asfixiante calor de Achaguas y de todo el llano venezolano no debió amilanar al General Duarte, por estar acostumbrado a las altas temperaturas que, sabemos, existen en su país natal. Al contrario, es en estas regiones adonde se habían establecido –y Duarte quería conocerlos- buena cantidad de dirigentes veteranos de la guerra e intelectuales inconformes con la situación política del país, por ser oriundos de allí o porque históricamente la ciudad había sido ideal para el desarrollo de conspiraciones y de ejércitos para enfilarse hacia Caracas. Es decir, volvía Duarte a sus andadas, a acercarse a los círculos de discusión y de acción política.En Achaguas se le consigue como participante de una sociedad política e intelectual denominada “Joven Achaguas”. Esta corporación se dedicaba a la difusión de ideas liberales de todo tipo, sean de fomento económico, sociales, políticas y algunas liturgias intelectuales que daban demostración del hervidero de ideas liberales que experimentaba la ciudad.La sociedad “Joven Achaguas” estaba liderada por el señor Marcelino Muñoz quien era hijo de José Cornelio Muñoz, veterano General de la Guerra de Independencia; Juan Pablo Duarte dejó algunos rastros de su prosa en la publicación ordinaria de esta sociedad y, es en particular acerca de su estrecha amistad con este Marcelino Muñoz que escribe un sentido poema al momento de su muerte. Como se ve, ya estaba Duarte firmemente apegado a las ideas liberales, había trabado amistad con algunos dirigentes venezolanos y, como integrante directo de esa causa, había ingresado a las filas del movimiento que iniciaba también, como en su país natal, las nuevas y modernas ideas que pretendían cambios en todas las sociedades del mundo para la época.No obstante, un nuevo hecho de armas lograría que Juan Pablo Duarte retornara a su actitud esquiva y prudente ante la sociedad venezolana pues, todos aquellos enfrentamientos de ideas políticas fueron generando a su vez los movimientos políticos y militares que en Venezuela, a finales de la década de los cincuenta del siglo XIX, habrían de desatar la guerra más sanguinaria y horrorosa que haya conocido nuestro país. Los vaivenes de la política llevaron a un nuevo enfrentamiento, algunos sectores sociales apoyaban un gobierno que fuera en esencia Centralista –impulsado desde los poderosos de Caracas, por supuesto- y otros sectores pugnaban por la Federación – que comandaban los también poderosos de la provincia. Nuevamente las ideas políticas se confunden y tanto Liberales como Conservadores pasaron alternativamente de un bando a otro lo que desencadenó la feroz guerra.Por su carácter de guerra civil, fue un enfrentamiento entre hermanos y, como toda guerra de este tipo, contribuyó en buena parte a la desolación del país y a la pérdida de muchos hombres, sin que, al final, haya quedado ningún beneficio para ninguna de las partes y sí el dolor y la desesperación de muchos de los venezolanos: fue La Guerra Federal (1859-1863). El General Duarte debió pensar nuevamente en esquivar el conflicto para, de nuevo, proteger su vida en su condición de extranjero y, más aún, la de sus familiares que por ser venezolanos podían correr los riegos ordinarios de toda guerra.En este periplo de Duarte por el estado Apure se sabe entonces que se dedicaba ya no sólo a la vida rutinaria y elemental de subsistencia, sino que ya se había vinculado a los sectores que poseían ideas similares a las suyas; sólo que la violencia del momento, que se vivía en Venezuela y tan parecida a la situación política en su país natal le hacían ser sumamente cauteloso
Regreso contra la Anexión
Cuando Santana, en connivencia con el gobernador español de la isla de Cuba, declara disuelta a la República Dominicana y proclama la Anexión de la República Dominicana a España en 1861, Duarte reaparece en Caracas para organizar junto a su hermano Vicente Celestino Duarte una pequeña expedición que desembarca en Montecristi (1864) para ponerse a las órdenes del gobierno restaurador en armas de Santiago de los Caballeros. Este gobierno decidió nombrarlo su representante en el exterior con la misión de obtener apoyo de Venezuela y las demás naciones americanas en la lucha militar contra España. Duarte sale de nuevo a Venezuela en 1864, dedicándose a su misión hasta que lo relevan de la misma. Lograda la Restauración de la República (1865), Duarte se quedó con su familia en la ciudad de Caracas hasta su fallecimiento el 15 de julio de 1876.Sus restos fueron trasladados a suelo dominicano en 1884, por el gobierno de Ulises Heureaux (Lilís), que lo había declarado Padre de la Patria junto a Sánchez y a Mella.
Publicado Por : Arq. Raifi Genao
Escritos de: Lic. Juan C. reyes (Historiador Venezolano)
julio 17, 2014 at 9:31 AM
Despues de tanto sufrimiento,tribulaciones,nostalgia por la patria ausente,llega Duarte a la ciudad de Monte Cristi en 1884 para descubrir que hasta los suyos lo rechazaban pues no bien llegaba y lo enviaban de vuelta.Un hombre que lo unico que deseaba en ese momento era estar en su patria,estar con los que el creia suyos.Este episodio marcó para siempre al Martir de la Patria recien creada.Mueve a reflexion!
septiembre 18, 2013 at 10:56 AM
Nosotros como Duartiano de pies a cabeza invitamos a a seguir difundiendo todas la verdades que nos unen como Dominicano le saludamos con alto sentimientos Patriotico Duartino COMITE DE SEGURIDAD CIUDADANA DUARTINO RD INC. Ccrreo duartian94@gmail.com
agosto 22, 2013 at 12:56 AM
Hola, mi gente. Yo vivo en Miami. Y tuve la bendicion de trabajar en un lugar de mucho cache una vez.
Y ahi conoci un collector de arte venezolano. Que la verdad se me olvida su nombre caramba.
Pero, este me dijo que era descendiente de Duarte, o de los Duarte.
El señor tenia una apariencia o mejor dicho un parecido con el excelentisimo Juan Pablo Duarte. Quiero poner la foto, me veo como un pariguayo pero no importa.
Este señor es muy serio y no creo k vaya inventarse semejante cosa.
abril 14, 2013 at 3:08 PM
Dar las gracias por tan valioso articulo, pero quiero a provechar por este medio para hacer un llamado a todo el pueblo Dominicano a no solo sentir orgullo por el aporte de JUAN PABLO DUARTE a la con formacion de nuestra Independecia, la soberania nacional, a la democracia y la Patria, sino revivir todo esto, que es lo que nos dignifica como Dominicanos y no permitir que grupos apatridos sigan apartandonos de nuestra nacion, como olvidar palabras de nuestro patriota
Los enemigos de la Patria, por consiguiente nuestros, están todos muy acordes en estas ideas; destruir la nacionalidad aunque para ello sea preciso aniquilar a la Nación entera.
es preciso que despertemos nuestra conciencia a fin de poder revivir nuestra nacion.
“Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre victimas de sus maquinaciones”.
Muchas Gracias por el gran aporte al conocimiento verdadero de nuestro patriota.
bien lo afirmó Simón Bolívar: “NOS DOMINAN MÁS POR LA IGNORANCIA QUE POR LA FUERZA”.
abril 8, 2013 at 4:40 PM
Lo que me gustaría conocer son las razones por la que Duarte tuvo que permanecer en Venezuela los últimos años de su vida, así como so modus vivendi, porque se ha vendido la idea que murió mendigando por las calles de Caracas.
marzo 5, 2013 at 9:12 AM
LO QUE DEBEMOS SABER KE DUARTE ERA HUMANO, Y KE ERRABA IGUAL KE TODOS, PERO,LO IMPORTANTE QUE AUN CON SUS HERORES FUE, HA SIDO, Y SERÁ EL HOMBRE MÁS ILUSTRE,PURO, INTELIGENTE,HUMILDE DESINTERESADO DE TODOS LOS DOMINICANOS DE AYER Y DE HOY.
marzo 3, 2013 at 11:22 PM
no entiendo porqué Duarte fue declarado padre de la patria por él tirano Ulises Heureaux,presidente de la República Dominicana para 1884,y a su vez declaró tambien padres de la patria a Francísco del rosario Sánchez y Matías Ramón Mella;es decir nos dejó un tres por uno,cuando a la verdad ningún país del mundo tiene tres padre de la patria,considero que por la ausencia de Duarte en los momentos más importantes del país debe reconsiderarse la idea de que Sánchez sea él padre de la patria de nuestra nación ,por la forma en que murió, abrazado a la causa y con la bandera tricolar mientras fue vílmente ejecutado por órden del anexionista Pedro Santana.Qué consideras con respecto de tres padre de la patria,no habrá sido que la iglesia que excomulgó a Duarte, ahora en complicidad con el gobierno de Lilís buscarón populismo; con esta azaña para ambos sacarle provecho a lo que desde ese momento considero como una aberración en contra de la verdad histórica.
marzo 3, 2013 at 7:45 PM
Gracias Arq. Raifi Genao por difundir tantos datos de interés históricos tanto en Lavendastransparente como en su pagina de Facebook.
septiembre 19, 2012 at 11:32 PM
Querido Escritor:
Me llena de orgullo poder leer tan interesante articulo de nuestro heroes de la Patria como Juan Pablo Duerte. Es muy interesante Gracias.
Cada vez que observo en un pais como los Estado Unido , Pais
que es amante a la libertad y el reconocimiento a nuestra cultura. Paso por Canal Street donde esta la estatua de »
Juan Pablo Duarte, y me complace su imagen y su historia Si logras verla, esta colocada antes de entrar al » Holland Tunnel.»
Gracias de nuevo por ese relato de nuestra historia y de Juan Pablo Duarte!
Siempre!
Beatriz I. Mateo
May 24, 2012 at 10:14 PM
Gracias, RaDoGe, por tu invaluable aporte a la investigación de nuestra Historia dominicana, me hace sentir muy orgulloso de haber compartido escuela contigo en nuestra adolescencia. Te deseo todo lo mejor y que sigas instruyéndonos con tu trabajo concienzudo y tu actitud inquisitiva y desinteresada.
ivan
Respuesta: Gracias a ti Ivan por visitar el blog e interesarte por la Historia Dominicana, un abrazo!!!
enero 26, 2012 at 1:58 PM
[…] https://lavendatransparente.wordpress.com/2007/09/24/juan-pablo-duartesus-anos-perdidos-en-venezuela/ […]
May 15, 2010 at 11:00 PM
Hola, esta muy interesante su articulo sobre la vida de Duarte en Venezuela, pero tengo una duda: es verdad que Duarte tuvo dos hijas de quienes tuvo oculta su existencia(como dice en su articulo)?, porque yo he leído que de la familia Duarte-Diez el único que tuvo hijos fue Vicente Celestino.y nada solo quiero que me aclare esa duda.
muchas gracias,
Manuel Cornielle.
Respuesta: Gracias por escribir, eran tiempos diferentes a los de ahora y Duarte buscaba salvar su familia de la persecución,entre ellas sus dos hijas, Carmen Sandalia (1841) y Sinforosa Duarte Diez (1843), fruto ambas de la relacion con su prima Vicenta Diez
marzo 4, 2009 at 6:13 PM
Mi nombre es Bernardo Duarte y desciendo de Doña Clara Duarte, nacida alrededor de 1850 en Caracas y fallecida en la misma ciudad en 1915. Doña Clara tuvo tres hijos naturales con un señor de apellido Guadarrama, que fueron Vicente Duarte (1872-1958), Mariano Santana Duarte (1875-1937) mi bisabuelo y María Duarte (1878-1956). Me gustaría mucho saber si mi antepasada Doña Clara Duarte está relacionada familiarmente con Juan Pablo Duarte y Diez ya que la época de su nacimiento coincide con la estancia de la familia del prócer en Venezuela.
Respuesta: Hola Bernardo, voy a investigar tu caso y cuando tenga la respuesta te la envío a tu correo.
enero 29, 2009 at 12:03 AM
me gusta tambien la patria y le doy muchas gracias a juan pablo duatre por todo lo que hizo por nosotros y por la patria ,se le quiere mucho aunque ya no este con nosotros .
enero 20, 2009 at 1:08 AM
hi juan pablo duarte donde quiera que este seguro que en el cielo te doy la gracias por dar la vida por mi patria eres unico te quiero un paqueton aunque no valore mucho mis simbolos patrios te prometo de ahora en adelante lo voy a hacer te quiero mucho bye
enero 18, 2009 at 6:29 PM
hola como estas juan pablo duarte diez, me llamo estefani michel jimenez camilo y te quiero mucho por lo que hiciste por la patria, besos adios
enero 14, 2009 at 6:07 PM
duarte dura fué tu faena y el sacrificio inmenso, yo amo la patria ¡OK¡¡¡¡¡
febrero 19, 2008 at 12:16 AM
Juan Pablo Duarte fue un buen Dominicano que lucho por nosotros para ser liberados de las personas malas
me encanta la patria.siiiiiii.
enero 25, 2008 at 7:06 PM
a mi me gusta la patria !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Que bueno Rachel, ojalá todos los dominicanos sientan la llama patriótica que tienes en tu corazón.
Raifi Genao
enero 8, 2008 at 7:09 AM
Viste esto?
http://www.clavedigital.com/Portada/Articulo.asp?Id_Articulo=12294
Gracias Henry, parece que ya el Periodico aclaró la situacion sobre nuestro padre de la Patria…saludos..Raifi